El pasado 19 de abril se llevó a cabo la reunión de la Comisión no permanente de estudio de la situación económica de Barcelona. La segunda sesión de esta comisión dedicada al sector del turismo, sirvió para preparar el terreno de la reforma del Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT) que quiere forzar la oposición en el Ayuntamiento de Barcelona.

El presidente de Apartur, Enrique Alcántara reclamó “rehacer el PEUAT para gestionar en lugar de prohibir”, y recordó que los pisos turísticos reportan en concepto de tasa turística 4,5 millones anuales para la ciudad e insistió en desmontar la tesis, difundida en algún momento por el ejecutivo municipal, de que la subida de los precios de los alquileres está vinculada a los pisos turísticos.

“De 2011 a 2014, cuando se dieron más licencias, los alquileres no pararon de bajar. Y desde 2014, sin nuevas licencias y con la actividad ilegal reduciéndose por la mayor actividad inspectora, no paran de subir”, argumentó.