Ha finalizado la temporada estival y, tras este paréntesis, el impacto del turismo en nuestra sociedad vuelve a centrar el debate público. A pesar de lo mucho y bueno que le debemos como sociedad, qué duda cabe que es una actividad que genera controversias. Una de ellas gira en torno a los apartamentos y viviendas de uso turístico, una oferta que pese a contar año tras año con un mayor número de clientes, es objeto de continuos ataques y señalada como la causa de todos los males: la falta de vivienda e incremento de sus precios, de la atracción del turismo de bajo valor añadido, de la especulación de grandes tenedores, etc.

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